LA CAFETERA DE RENAULT

Recién finalizado el G.P. de Mónaco, más de lo mismo, nuevo doblete del sorprendente Brawn G.P. de la mano de sus pilotos Button y Barrichello y nueva decepción de Fernando Alonso y su Renault. Que el bólido que dispone el asturiano este año sigue siendo una cafetera con ruedas, no escapa a nadie. Llama poderosamente la atención, la ineptitud de las escuderías “grandes” de adaptarse a la nueva normativa cuando son ellas, precisamente, las que más recursos financieros disponen siendo la Fórmula 1 un deporte basado de forma exclusiva en la chequera, correspondiéndose de forma casi matemática los presupuestos con las posiciones finales de las escuderías en los mundiales.
Por segundo año consecutivo (exceptuando la parte final del pasado campeonato) el Renault de Alonso patina y la imagen del asturiano baja enteros de manera exponencial unida a la escudería francesa. El piloto asturiano necesita urgente e imperiosamente alejarse del equipo dirigido por Flavio Briatore si quiere seguir creciendo en este deporte y volver a ganar campeonatos, puesto que Renault apuesta, año tras año, con recortes en sus presupuestos y desde la salida de Michelín del Circo no ha sabido dar con la tecla correcta viéndose superada por varias escuderías que alcanzaron una superior y más rápida adaptación a las fluctuantes reglas.
Se continúa hablando y abundante, de su venidero fichaje por Ferrari pero son muchos los años con la misma historia…parece una mera utopía.
Una cuestión es clara, ni Alonso era tan bueno cuando ganaba (aunque le pese a Lobato que apesta a parcialidad incontrolada) ni ahora es un paquete-piloto. En Fórmula 1 es fundamental disponer de una buena máquina que acompañe a las manos del conductor y si no que se lo pregunten a Button y Barrichello, el primero de ellos nunca había pasado de normalillo y el segundo se había convertido en tal tras su salida de Ferrari. Confiemos en que se cumplan los sueños de Alonso y le veamos, POR FIN, de rojo. Ojalá…